Descubra la belleza de la capital de Silesia desde su Hotel Campanile Wroclaw. Disfrute de cada rincón. Nuestra ciudad se le hará inolvidable y nosotros le ayudaremos a ello....
Nuestros hoteles en Breslavia
Disfrute de la comodidad de las habitaciones del Campanile en Breslavia.Según el establecimiento, encontrará aparcamiento privado, salas de reuniones, restaurantes con bufé de autoservicio o platos a la carta, así como actividades de entretenimiento por las noches.
Wroclaw, ciudad de aproximadamente 640.000 habitantes -que alcanza el millón si le agregamos su área metropolitana- y también llamada Breslavia (en alemán, Breslau) fue fundada alrededor del año 1000 a orillas del río Oder. Capital de la Silesia desde el año 1138, pasó a formar parte de Prusia a mediados del siglo XVI. Es por entonces cuando adoptó su topónico germánico (Breslau).
Ciudad famosa por sus puentes y jardines, disfruta de una localización privilegiada, hallándose a unos 180 kilómetros de Praga y a unos 150 de Dresden. No en vano ha sido objeto de deseo de numerosos estados e imperios a lo largo de la Historia, habiendo pasado por manos checas, austriacas, húngaras y alemanas para volver, finalmente, a su nación original, Polonia, en 1945, tras la Segunda Guerra Mundial.
En la animada Plaza del Mercado Rynek, corazón de la ciudad, nos encontraremos con gran cantidad de edificios medievales y renacentistas entre los que destacan el Ayuntamiento o la Iglesia de Santa Isabel, del siglo XIV, con su llamativa torre. En ella se reúnen tradicionalmente los estudiantes universitarios todos los años antes de iniciar su curso académico.
Dentro de la gran oferta cultural que nos brinda la ciudad destaca el festival de música coral Wratislavia Cantans, centrada en la música antigua, las cantatas y los oratorios. Además de otros eventos de todo tipo, se incluye un gran número de conciertos durante el verano, que tienen lugar en la isla Slodowa.
Recorrer y descubrir Wroclaw embrujará al viajero gracias a la belleza y riqueza de sus espacios y rincones.
Podemos comenzar nuestro recorrido por la Ostrów Tumski o Isla de la Catedral, que debe su nombre al hecho de ser originalmente una isla fluvial del Oder. Constituye el casco antiguo de la ciudad y en él se encuentra la Catedral de estilo gótico. Cerca de esta imponente iglesia, se encuentra el puente Tumski sobre el río Oder, exclusivamente peatonal y al que se llama también Puente de los Enamorados. Otros edificios interesantes del Ostrow Tumski son la Iglesia de San Giles, del siglo XIII y el Palacio del Arzobispo.
No puede faltar la visita al Palacio Real, antigua residencia de los monarcas prusianos, así como a la Universidad, una de las más antiguas de Centroeuropa, aún en activo, fundada en 1702.
Por último, podemos relajarnos en el Parque Szczytnicki, bello jardín de estilo japonés en el que es posible perderse cruzando sus puentes de madera sobre los estanques y disfrutando de su exuberante vegetación. Y, para deleitarnos con una vista panorámica de la ciudad, acudiremos a la Torre del Agua, de 62m, construida en 1903.
Para viajar hasta Wroclaw podemos usar el avión, el tren o la circulación por carreteras.
Por avión llegaremos al Aeropuerto de Wroclaw-Copernicus. Por ahora, no existen vuelos directos desde España y deberemos conectar vía Milán, París o Londres, siendo esta última la ruta más habitual y la mejor opción si viajamos desde España.
Por tren llegaremos hata Wrocklaw Glowni, la Estación central de Wroclaw. No existen trayectos directos desde España y deberemos hacer transbordo en Alemania.
Por carretera es posible llegar en autobús con la compañía Eurolines, o en coche propio, pero obviamente, si venimos desde España, las distancias son de casi 2000 kilómetros, lo que convierte a esta opción en muy poco recomendable.
Los 7 días de la semana desde las 8:00 a. m. a las 22:00 p. m. (hora de París) - Número gratuito - Tenga en cuenta que esta convocatoria se realizará en inglés.